miércoles, 7 de abril de 2010

Esperando a Nuestra Señora de las Angustias




























































El pasado viernes 2 de abril a media tarde, asistí a mi primera procesión de Semana Santa. Al llegar puntual a la entrada de la Parroquia de Sant Jaume, en la calle Ferran, me encontré con un gran número de gente agolpada a los lados de la calzada. Dado que aumentaba la expectación y la procesión no comenzaba, me dediqué a observar a la gente a mi alrededor. La típica luz blanquecina de Barcelona en esta época del año acentuaba sus gestos y siluetas.
Después de esperar media hora, comenzó gradualmente la salida del cortejo de la iglesia, formado por mujeres de mantilla y hombres rigurosamente vestidos de negro: zapatos lustrados, corbatas, guantes, camisas... una elegancia y un ritual que habla de otros tiempos y que ahora se hace difícil de entender.

No hay comentarios:

Publicar un comentario